Liceo Politécnico Andes


Los orígenes del Liceo Politécnico Particular Andes se remiten a los últimos años de la década del 80, cuando la Comuna de Renca veía que su población se duplicaba por la llegada de muchas personas que provenían de diferentes campamentos de la Región Metropolitana.

El Municipio de Renca no disponía en aquellos años recursos propios para iniciar la construcción y administración de un Plantel de Enseñanza Media Técnico – Profesional, por lo que  la proposición de la Fundación Duoc de construir y administrar un plantel de Enseñanza Media Técnico Profesional fue muy bien recibida. 

Así es como Fundación Duoc llega a operar este Liceo en la Comuna de Renca, con la finalidad de brindar oportunidades reales a las familias por medio de una oferta de educación de calidad.

El Liceo inicia su gestión en Domingo Santa María 3640, donde se encontraba la Escuela Básica Nº 319, infraestructura que la Municipalidad de Renca en 1990. La remodelación del edificio fue posible gracias a aportes de la Organización ASTEC, quienes se interesaron por este proyecto.

Hoy el liceo acoge a más de de 1300 alumnos, de los cuales un 45,5% corresponde a jóvenes  de Renca, un 19,3%  jóvenes de Quilicura y numerosos estudiantes provenientes de comunas del sector Norponiente de la capital.

El Liceo Politécnico Particular Andes desarrolla su gestión educacional inserto en el Proyecto Educativo Institucional, y reconoce como su misión la formación de personas en el área Técnica Profesional con una sólida base ética, capaces de actuar en el mundo laboral y comprometidos con el desarrollo del país.



Nuestra Misión está centrada en entregar una Educación Técnico Profesional de calidad, que promueva en nuestros estudiantes una formación integral para proyectarse en la vida, facilitando la continuidad académica y profesional.

El Liceo Politécnico Andes, perteneciente a Duoc UC, centra su quehacer en la formación de personas integrales e integradoras, teniendo como modelo a Jesucristo; esto con el propósito de que sus estudiantes adquieran herramientas que les permitan seguir desarrollándose en forma permanente en el ámbito personal, académico y profesional.

Nuestro propósito es formar personas:

1-. Competentes en sus áreas de conocimientos específicos, con una visión amplia y propia del contexto social donde se desarrollan.

2-. Poseedores de sólidos valores y principios.

3-. Motivados y capacitados para perfeccionarse toda la vida.

4-. Capaces de pensar críticamente para abordar y solucionar situaciones profesionales complejas en forma sistemática.

5-. Con actitud reflexiva y proactiva hacia el cambio.

6-. Respetuosos de las personas y con vocación de servicio.

7-. Capaces de trabajar en equipo y ejercer un liderazgo positivo.

8-. Autónomas, creativas capaces de generar nuevas situaciones laborales de manera proactiva a través de microempresas.

El Chile del Bicentenario, necesita personas con una formación integral, que sorteen exitosamente los desafíos en una época de vertiginosos y permanentes cambios.

Nuestra institución hace suyo este planteamiento a través del desarrollo de valores y virtudes que permitan vivir una vida iluminada por el Evangelio.

Un liderazgo sustentado en la Justicia, Fortaleza, Templanza y Prudencia, es el eje de nuestro que hacer educativo, especialmente en un tiempo en que los valores morales se han relativizado, de esta forma, tendremos personas capaces de aportar al medio social y laboral a través de acciones orientadas al desarrollo de un mejor país, en todo sentido.

Lo anterior se concreta con actividades transversales que promocionan virtudes tales como: La responsabilidad, el respeto, la honestidad, la generosidad, la lealtad positiva, la perseverancia, la creatividad, la flexibilidad y la proactividad, aplicado esto a lo académico y a futuro en lo profesional, pero además en la vida cotidiana y familiar.

Como resultado, los alumnos podrán insertase   en un mundo exigente, que demanda lo mejor de una persona y profesional: capacidad para adaptarse a diferentes circunstancias, con pensamiento crítico y reflexivo, autónomo pero responsable, emprendedor y prudente a la vez. En última instancia se busca que los jóvenes no solo sean profesionales de excelencia, sino que hombres y mujeres con una vida plena y feliz.

Lee aquí todo el proyecto


Nuestro propósito es formar personas:

1-. Competentes en sus áreas de conocimientos específicos, con una visión amplia y propia del contexto social donde se desarrollan.

2-. Poseedores de sólidos valores y principios.

3-. Motivados y capacitados para perfeccionarse toda la vida.

4-. Capaces de pensar críticamente para abordar y solucionar situaciones profesionales complejas en forma sistemática.

5-. Con actitud reflexiva y proactiva hacia el cambio.

6-. Respetuosos de las personas y con vocación de servicio.

7-. Capaces de trabajar en equipo y ejercer un liderazgo positivo.

8-. Autónomas, creativas capaces de generar nuevas situaciones laborales de manera proactiva a través de microempresas.

El Chile del Bicentenario, necesita personas con una formación integral, que sorteen exitosamente los desafíos en una época de vertiginosos y permanentes cambios.

Nuestra institución hace suyo este planteamiento a través del desarrollo de valores y virtudes que permitan vivir una vida iluminada por el Evangelio.

Un liderazgo sustentado en la Justicia, Fortaleza, Templanza y Prudencia, es el eje de nuestro que hacer educativo, especialmente en un tiempo en que los valores morales se han relativizado, de esta forma, tendremos personas capaces de aportar al medio social y laboral a través de acciones orientadas al desarrollo de un mejor país, en todo sentido.

Lo anterior se concreta con actividades transversales que promocionan virtudes tales como: La responsabilidad, el respeto, la honestidad, la generosidad, la lealtad positiva, la perseverancia, la creatividad, la flexibilidad y la proactividad, aplicado esto a lo académico y a futuro en lo profesional, pero además en la vida cotidiana y familiar.

Como resultado, los alumnos podrán insertase   en un mundo exigente, que demanda lo mejor de una persona y profesional: capacidad para adaptarse a diferentes circunstancias, con pensamiento crítico y reflexivo, autónomo pero responsable, emprendedor y prudente a la vez. En última instancia se busca que los jóvenes no solo sean profesionales de excelencia, sino que hombres y mujeres con una vida plena y feliz.

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